Ya sea si corres una maratón, preparas la cena o te sumerges en el más profundo de los sueños, tu corazón está en funcionamiento, bombeando.
Puede que a veces bombee más rápido que otras, pero no por ello deja de hacerlo, mueve la sangre por las venas, arterias y capilares para suministrar nutrientes, oxígeno y anticuerpos o eliminar los desechos.
Como protagonista del sistema circulatorio, la salud del corazón es muy importante y nunca es demasiado pronto para pensar en apoyarlo.
La buena nueva es que muchas de las elecciones de estilo de vida, incluida tu dieta, pueden ponerte en marcha para apoyar tu corazón. Aquí tenemos algunos consejos sencillos.
Se recomiendan al menos 150 minutos de ejercicio físico de intensidad moderada a la semana para mantener tu corazón saludable. Pero no tienes que correr largas distancias para marcar la diferencia. Solo dar una caminata a un paso acelerado puede ayudarte a proteger tu corazón.
Y está bien empezar a pequeña escala. En lugar de dejarte caer en el sofá durante el descanso de la tarde, da un tranquilo paseo alrededor de la manzana como primer paso. Lo más probable es que tu corazón se beneficie del aire fresco, la vitamina D y la exposición a la naturaleza.
Es sorprendente que todavía tengamos que decir esto, pero aquí estamos: No debes fumar. Fumar daña los vasos sanguíneos, lo que puede conducir a una enfermedad del corazón. Investigaciones indican que vapear o usar cigarrillos electrónicos también es perjudicial para el corazón y los pulmones.
La revisión sistemática y el metaanálisis de una serie de estudios revelaron que el consumo de frutas y verduras se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
•La Organización Mundial de la Salud recomienda que los adultos consuman de cinco a nueve porciones de frutas y verduras todos los días. Investigaciones demuestran que la mayoría de los adultos no llegan a esta meta. Una buena regla general para asegurarse de estar consumiendo lo suficiente es llenar la mitad de tu plato con productos coloridos en cada comida.
Los omega-3 son importantes para apoyar el flujo sanguíneo saludable y ayudar a apoyar una presión arterial normal. Se encuentran de manera natural en pescados grasos como el salmón, las anchoas, el pescado blanco y las sardinas, así como en muchas semillas y nueces.
La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda comer pescado, particularmente pescado graso, por lo menos dos veces por semana. Las investigaciones han demostrado que consumir una combinación de ácidos grasos EPA y DHA puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades coronarias (aunque la FDA considera que la evidencia es incoherente e inconclusa).
Comer alimentos con mucha azúcar, sal y grasa saturada puede aumentar tu riesgo de enfermedades cardiacas. Intenta evitar los alimentos muy procesados o la comida rápida y, en cambio, opta por alimentos integrales.
Elige la pasta integral en lugar de la elaborada con harina blanca. O, mejor aún, prueba tus salsas favoritas con calabaza espagueti o utiliza un artefacto de cocina para convertir tus calabacines, zanahorias u otras verduras en espirales para obtener una base de fideos más saludable.
Además, si aumentas el sabor con una cucharada de hierbas frescas picadas o una pizca adicional de especias y condimentos, no tendrás que recurrir a salsas pesadas o aderezos. El ajo, las cebollas y los puerros también tienen mucho sabor y pueden mejorar tus comidas. ¡También contienen alicina, que tiene el beneficio adicional de apoyar tu sistema cardiovascular!
Todos estos consejos pueden ayudarte a llevar un estilo de vida más saludable para apoyar tu corazón, pero también puedes considerar suplementos formulados de manera específica para apoyar la salud del corazón, especialmente si sabes que tienes problemas para obtener los nutrientes que necesitas de tu dieta regular.
Los suplementos de omega 3 son un buen punto de partida, pero también puedes buscar aquellos que tengan ajo. Encuentra el mejor para ti y agrégalo a tu rutina diaria para comenzar a brindar apoyo regular a tu salud cardíaca.
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