Familia y el sentimiento de pertenecer significa mucho para Sally Wynn. Eso la llevó a Foster Love, una organización que brinda actividades para niños adoptados que ofrece Brigham Young University. Como voluntaria, se conectaba con los niños más de lo que ella pensaba.

Sally compartió: «Me di cuenta que podía ayudarlos en maneras que nunca pensé. Foster Love brinda un lugar donde los niños pueden conocer a otros niños que viven lo mismo. Y les permite interactuar con estudiantes universitarios en un campus para que se inspiren a fijar metas futuras para sus propias vidas».

En ese entonces Foster Love era algo nuevo, y Sally fue una de las pocas voluntarias consistentes. También era muy apasionada, tanto fue así que cuando el programa tuvo que detenerse por la pandemia de COVID-19, le pidieron que ella sea directora ejecutiva y planifique el futuro de la organización.

Afortunadamente la experiencia de Sally y su marido como empresarios independientes permitió que ella cumpliese con esa responsabilidad. «Yo diseñé los programas. Y cuando traje a directores de programa para que los lideren, tuve que aprender a colaborar y permitir que parte de mi visión vaya en manos de otras personas», ella explicó.

Su comunidad de Amway estaba repleta de personas inspiradoras con quienes podía contar. «Yo vi cómo nuestra línea ascendente y todos en el negocio se enfocaban en ayudar a los demás. Y me mentalicé para aplicar eso en Foster Love. Descubrí que si daba más libertad a los directores, ellos darían lo mejor de sí y ello fortalecía al programa. Cambié de tener una mentalidad de líder a tener un espíritu de liderar sirviendo», ella compartió.

Cuando Foster Love retomó operaciones, se unieron familias nuevas y otros regresaron. Sally se mantenía ocupada brindando la mejor experiencia posible a los demás. «Semanalmente, y a pesar del estrés en mi función y la ansiedad de coordinar a los directores, voluntarios, habitaciones, actividades y comidas, yo vi que todo valía la pena cuando se notaba el amor y entusiasmo genuino en los niños al ir corriendo a sus padres y mostrándoles lo que hicieron en clase o hablando de sus nuevos amigos».

Incluso los niños de una de las familias que regresó hasta recordó a Sally cuando era voluntaria. «Definitivamente no me esperé eso porque eran tan pequeñitos los niños, y porque Foster Love estuvo en pausa por tanto tiempo», recordó. «Aquella hora y media en la que compartimos juntos semanalmente tuvo un gran impacto en ellos y en mí. Fue tan gratificante».

Con la ayuda de su beca Conmemorativa de Fundadores, Sally planea seguir su masterado y ser consejera de escuela secundaria. Ella y su marido también quieren tener hijos y ser padres adoptivos. «Una gran parte de todo lo que deseo hacer es servir. Como consejera, estaré sirviendo a niños a medida que definen su camino en la vida. Como madre adoptiva, estaré sirviendo a niños que necesitan apoyo adicional. Y como madre, en general, estaré sirviendo a niños y ayudándolos a crecer», ella enfatizó.

Familia Fundadora de IBO

JERE + EILEEN DUTT

Nos llenamos de gratitud por un negocio que nos permita invertir en la próxima generación de estudiantes, líderes, empresarios y visionarios. Miramos hacia el futuro con esperanza mientras que alentamos el arduo trabajo y la dedicación de nuestros ganadores de becas.

– La familia de Fred y Bernice Hansen