Para la mayoría de las personas, tener que cuidar a sus hermanos menores a los 5 años sería algo difícil. Para Nicole Joseph, fue una experiencia que la orientó hacia el propósito de su vida. «Mi hermana nació con síndrome del corazón izquierdo hiperplásico», cuenta, y describe cómo sus padres pasaban gran parte de su tiempo entrando y saliendo del hospital. «Como hermana mayor, me convertí en una especie de “madre” para mis hermanos, y eso me hizo amar y querer cuidar a las personas».

Extender su amor y servicio a los demás es una vocación que ha perseguido desde entonces; en numerosos viajes misioneros, como enfermera de urgencias traumatológicas en EUA y ahora como coordinadora de misiones médicas. «Me encanta lo que hago», dice Nicole. «Aquí en Estados Unidos damos por sentada la educación médica, pero en algunas partes del mundo, si les enseñas a utilizar una máquina de ultrasonido, cambias radicalmente su forma de practicar la medicina»

Nicole ha organizado misiones a clínicas, escuelas y orfanatos en numerosos países de los seis continentes. Sus responsabilidades son dos: 1) cumplir las metas de los socios internacionales en el campo, y 2) brindar el tipo de oportunidades que buscan los voluntarios.

«Como profesionales médicos, nuestra misión se basa en la prevención y la protección», menciona Nicole. «Nuestra meta es la sostenibilidad, estabilizar las comunidades para que el progreso continúe mucho después de que nos hayamos ido». También ofrece capacitación y soporte a los equipos a nivel internacional, y tiene muchas historias que contar sobre su trabajo en campo.

«Cuando estuve en Uganda, un hombre se me acercó y me dijo: “Señorita, hace siete años que no puedo oír”. Resultó que tenía una obstrucción de cerumen. Después de limpiarle los oídos, me dijo: “Has venido a África por mí”. Es por eso que hago lo que hago».

Otra historia: «Una madre pasó horas en trabajo de parto y el latido del corazón del bebé estaba disminuyendo. No teníamos quirófano, así que la llevé al hospital del distrito en el automóvil que yo utilizaba. Pudimos hacerle una cesárea y, después, pude sostener a su bebé en mis brazos. Si yo no hubiera estado allí, ¿habría llegado al hospital? Ese es el impacto que podemos tener».

Nicole calcula que ha estado en alrededor de 40 países, entre ellos Senegal, la República Centroafricana y Uganda entre otros. Entre viaje y viaje, recauda fondos y donaciones para apoyar las metas de los socios de la misión en campo. También se encarga de organizar, preparar, documentar y obtener autorización previa para llevar los artículos al país al que viaja.

«Desde que era niña, me encantaba ayudar a los demás», afirma. «Quiero servir a las personas. Quiero estar ahí, acompañarlas y tomarlas de la mano cuando atraviesan los peores momentos de su vida».

Esos valores también le han servido bastante como IBO de Amway. Además de desarrollar su negocio, Nicole se enfoca en desarrollar a las personas, sirviendo a los demás con humildad, constancia y corazón. «Quiero inspirar a las personas para que den lo mejor de sí mismas», afirma, «pero también impulsarlas a salir de su zona de confort para que vean que hay un mundo de posibilidades, más de las que creen. Sin duda, eso va de la mano con los principios y valores que profesa Amway».

Al igual que en el negocio de Amway, Nicole reconoce que las misiones médicas pueden ser difíciles en ocasiones. Prestar atención médica oportuna puede resultar complicado en muchos lugares debido a las limitaciones materiales y tecnológicas, y no todos los pacientes sobreviven.

En muchas ocasiones, Nicole ha consolado a padres o hermanos de luto. No siempre es fácil, ni siquiera para una enfermera de urgencias traumatológicas. Pero compartir amor y compasión con quienes más lo necesitan es una responsabilidad que agradece poder asumir. Actualmente, incluso está estudiando para obtener su certificación de enfermera especializada, para poder ofrecer un trabajo del más alto nivel de enfermería en cualquier parte del mundo y proporcionar la mejor atención.

«Todo lo que hago es para tener la oportunidad de compartir el amor de Cristo», dice Nicole. «Dios me dio las habilidades de la medicina y la enseñanza, y voy a utilizar lo que Él me ha dado».